martes, 15 de junio de 2010

148. THÁLATTA, THÁLATTA

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Una de las peores cosas de llegar a viejo es descubrir algo importante que tenías que haber sabido desde niño. Te entra entonces una sensación horrible de haber vivido años y años como un ignorante.

Veréis, el caso es que de resultas del sPyP sobre JENOFONTE,
va el autor de la reseña, y me regala el libro de ROBIN WATERFIELD sobre la expedición de Ciro contra Artajerjes con la famosa retirada de los Diez Mil. Famosa es un decir porque ni en mi bachillerato medio, superior, reválidas, preus o arquitecturas estaba en el plan de estudios.

Para mi consuelo, hoy he preguntado a mis colegas profesores si sabían lo que era la Anábasis y me han mirado como si se tratara de alguna infección de orina.

Pero bueno, a mediados del libro he descubierto que algo de la Anábasis ya tenía yo en mi memoria de córtex duro, en concreto el grito de ¡¡¡Thálatta, thálatta!! (¡el mar, el mar!) que dieron los desgraciados mercenarios griegos cuando desde una de las montañas cercanas a Trebisonda, allá por la costa sureste del Mar Negro, lo avistaron.

Gracias a los mapas del libro de Waterfield, y sobre todo, a que dice que el antiguo Monte Teques (desde donde dieron el célebre grito) se llama ahora Deveboynu Tepe, he localizado más o menos el lugar y he hecho la foto que ellos no pudieron hacer, je je je.

Espero que habiendo estado en el Monte Teques ya no se nos olvide nunca tan memorable momento de la humanidad. Aunque en mi caso, siendo ya viejo, ay, la memoria reciente, esa que dicen que falla tanto, me pueda traicionar.