viernes, 4 de marzo de 2011

198. EL PASO DE LAS TERMOPILAS

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Aprovechando que el petróleo está carísimo vamos a cargar los tanques del sPyPnic y vamos a visitar uno de esos lugares de los que uno ha oído hablar mil veces y no ha estado nunca: el paso de las Termópilas. Abróchense los cinturones que vamos para allá, directos al punto amarillo:




Ayer, sin ir más lejos, leyendo un capitulito de Montaigne, salió a colación la famosa batalla y me dije: a viajar, que son dos días. Además, antes que la política fue la guerra, y lo mejor para no volver hacia atrás es no perderlas de vista.

Pues bien, la batalla de las Termópilas, 480 aC, es mundialmente famosa por un par de razones: el uso del terreno como arma estratégica, y el combatir a muerte de los espartanos en una situación completamente desigual. El poderoso ejércto persa bajaba por la costa griega en dirección a Atenas y un puñado de hombres conducidos por Leónidas y apostado en un paso estrecho, se enfrentó a ellos causándoles graves pérdidas. Así pues, lo que fue un aplastamiento de los pocos griegos-espartanos que defendieron el paso, se convirtió en una victoria moral, y lo que fue un costoso paso adelante de los persas en su camino hacia Atenas, se consideró una "victoria pírrica". Luego serían derrotados en Salamina, pero esa es otra historia.

A nosotros como viajeros lo que nos interesa es el paso geográfico del que había leído fantasías e inexactitudes como que se trataba de un "desfiladero", por lo que me lo había imaginado como esos que salen en las películas de vaqueros llenos de indios. Bueno, pues nada más lejos de la realidad. El famoso paso no era más que el típico estrechamiento o acantilado entre el mar y la montaña.

El problema de la actual visita al lugar es que en la bahía donde estaba, la línea de la costa ha retrocedido casi un kilómetro respecto la que tuvo hace 2.491 años, y el lugar es lo más anodino que imaginarse cabe. Arriba he puesto tal como se ve en google earth.

Y este esquema de la wiki explica lo que ha pasado con la bahía:



Vale. Siempre nos quedará la imaginación de los pintores. En este cuadro, cuya autoría desconozco, se le da al paisaje la importancia debida:



El mucho más famoso de David, en el Louvre, parece sin embargo un antro gay en día de carnaval:



Conocido el escenario, que cada cual se imagine la escena como pueda. Todo menos ir físicamente allí para encontrarse en una parada de carretera con el monumento moderno a Leonidas y los cables de alta tensión que le pasan por encima: paso de electricidad de las Termópilas:



Por cierto, el nombre del lugar, Termópilas, significa puertas calientes (no pilas térmicas como pudiera pensar algún ignorante de griego como yo), y alude a una afloración de aguas termales que también hay por allí. Pero nada de baños y venga a casa a trabajar, que hay que salir de la crisis.
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