lunes, 16 de enero de 2012

301. EL ALBUM DEL AÑO



Como imagino que no podréis escuchar muchas veces seguidas IN UTERO, corro en vuestro auxilio con mi álbum preferido del 2011 (ya lo tenéis colgado en la carpeta de dropbox para el spypblog / tenéis que enviarme un mail vuestro para acceder a ella), aunque como creo que dije, THE WAITRESS es del 2003. 

A Jonathan Byrd le dediqué una nota nada más regresar de Oregón, pero ahora la cosa va en serio. Jonathan Byrd es uno de los mejores poetas que andan cantando por ahí en este nuestro mundo de ahora. Y es tan desconocido, que ni siquiera sus canciones se pueden descargar gratis en la red. Me pasé un buen tiempo intentándolo y al final tuve que recurrir a Apple Store porque no había forma de encontrar a nadie que las hubiera colgado en los grandes almacenes de internet. Tampoco he encontrado las letras de sus canciones (¡y mira que hay páginas y páginas de "lyrics") y al final he tenido que recurrir al propio Jonathan, en su página de myspace, para ver si me dice donde las puedo encontrar. Como el servidor de esta superweb musical te informa de si el destinatario la lee o no, quince días después de mi saludo veo que no la ha leído, y no me extraña, porque su calendario de conciertos no creo que le deje mucho tiempo para la correspondencia con sus fans. 

A estas alturas del siglo me parece ya un poco tonto tener que justificar lo de compartir música enlatada gratuitamente, pero como la propaganda en contra va creciendo y muchos siguen creyendo en la propaganda, desmontaré su campaña diciendo que mi cariño por Byrd es de tal nivel que lo del dinero me trae sin cuidado -como me trae sin cuidado, o mejor dicho, me halaga, que me podáis leer en este blog sin pagar ni un céntimo por ello. La razón de que el mercado sea mejor que el estado regulador o totalitario, es que sus leyes y protocolos son evolutivos. Las discográficas se pirraban hace unos años por regalar sus discos a las emisoras de radio para que los programasen cuantas más veces mejor. No es que quisieran que los radioaficionados oyéramos la poesía de sus cantantes sino que compráramos sus discos. Ahora cada cual tiene una emisora en su ordenador y los dinosaurios de las discográficas andan pidiendo a los estados reguladores que te casquen en la cerviz si pasas su música de regaliz. Y como a los estados reguladores nada les gusta más que el statu quo y cascar, pues ale, a salvar a los dinosaurios.

Pero no, la poesía viaja ahora por otros medios. Sin ir más lejos aquí tenéis la lista de conciertos de Jonathan Byrd en la primera mitad de este año. Y la gran noticia de este spyp es que el domingo 5 de febrero toca en Suiza, en el pequeño pueblecito de Pieterlen que está ¡a una hora escasa al norte de Neuchatel! Como algunas de mis lectoras favoritas viven por allí, si el tiempo se lo permite, tendrán la ocasión ideal de verle en directo, contribuir a su éxito y llevarle toda mi admiración. España no está por el momento en el mapa de su agente, pero bien que podríamos hacer un grupo de fans en este blog para que  alguna vez se acordase de nosotros.