martes, 1 de abril de 2014

728. UN LIBRO NO ES NADA



No me extraña que nadie lea, porque los libros ya no son como antes. No son garantía de la verdad. Ni tan siquiera de su búsqueda. Los libros no son más que negocio, y el dato más importante de esa portada es el nombre de la editorial que figura abajo. Lo de arriba es una ficción, un cuento chino. La verdad es el dinero y los votos, entes perfectamente contables. 

¿A quién le importa que fuera el Rey el cabecilla del 23-f si al final fue él quien salió por televisión a pararlo? Lo importante no fueron las intrigas de las llamadas telefónicas y las reuniones de despachos sino el discurso de la tele. Lo que cuentan son algunos hechos (los elegidos para las escenas de la película) y no la verdad. 

Muerto Suárez, Pilar Urbano lo cuenta todo pero no sirve de nada. De entrada porque lo cuenta como una novela, para que no nos creamos nada; pero sobre todo porque aunque sea verdad (y seguro que lo es) no es más que un libro y... ya sabemos lo que es un libro. Nada. Yo no voy a comprar el libro pero me leí parte de la entrevista que ayer publicaba ELMUNDO y al menos resolví la pieza del puzzle que llevaba sin colocar desde el 23-f: ¿por qué Suárez no se tiró al suelo cuando entró Tejero en el Congreso (actitud de dignidad que asombró al mundo y que Vicinzcey puso en su novela UN MILLONARIO INOCENTE?


Porque estaba perfectamente al tanto de la tragicomedia y sabía que le tocaba morir como un héroe. 

Mirad qué publicidad más bonita me ha salido: "ahora ya en sus librerías, LA GRAN DESMEMORIA, de PILAR URBANO, para que ud. tampoco se tire al suelo".