martes, 8 de noviembre de 2016

860. MELCHOR RODRÍGUEZ GARCÍA



Nuevo héroe SPYP. Manda narices que hayamos tenido que llegar al 2016 para enterarnos del relato de su heróico valor para poner fin a las sacas de Paracuellos y enfrentarse personalmente a las turbas que querían linchar a los presos de la cárcel de Alcalá de Henares después de un bombardeo franquista. Eso lleva a pensar... que en las sacas de los franquistas pudo haber también muchos héroes que pararon a los fascistas más sanguinarios. Y que de ellos jamás se sabrá nada. El domingo pasado le contaba a un amigo el estremecedor relato del cautiverio en Barcelona de un tío mío, prisionero en la batalla de Teruel, y a tenor de mi narración comentó que la batalla del relato de la Guerra Española del 36 sigue abierta. Muy abierta. Los relatos más humanos, los relatos sin odio, los relatos sin el prejuicio de arrimar el ascua a tu sardina están por contar, aunque... la mayor parte de quienes los podían contar se hayan muerto ya. Puede que las segundas o terceras versiones no sean tan fidedignas como las de los protagonistas, pero conviene recordar que la altura moral de un relato no sólo está en el contenido de la historia que se cuenta, sino en la fibra moral del narrador.